17/12/11

A la mesa, a la mensa.

El otro día llevaba puesta una de esas camisetas de follar
Que tanto criticas al desmenuzar el pollo.

Y  miraba el bomborpico sorprendida, luego relataba la pubertad propia y ajena
Ja!
“Ya no puedo hacer el pino-puente. No desde que tengo culo y tetas”
Pfff
Se cayó él, pero el moratón me salió a mí.                                                                SINTASSI

Entre bolas de billar y relaciones poco productivas
Me desmayo pretendiendo soñar
Pero la realidad es que en mi cabeza se repite constantemente la voz de Lucía
“Llevo toda mi vida suspendiendo matemáticas”

Lo peor de todo:     El dubbio hamlético delante de las narices del australopitecus y el spumante saliendo de la mía.


...Meanwhile in California: Whales, dolphins, sharks and jelly fish. Shout to the bears that stole your garbage and try to seem cool by surfing everyday when your mom’s a cougar. More supmante .

19/11/11

Cosa è cambiato?

Una vez más, después del último y afortunado traspiés, se regodeaba y atusaba la interminable melena, miraba hacia arriba siendo consciente de que el estruendo que frenaba sus pensamientos no era otro que el de un aullido contenido en su pecho, rió.
Los minutos se disiparon y cambió de ciclo, ella mudaría de posición en función de cuál la llevara, pues era un paquete feliz atado a la luna con un hilo tan imaginario como incontrolable.
Horas más tarde, ya acurrucada entre flores grises y con la mariquita albina entre las manos, seguía vibrando plena de novedad y expectación, preguntándose cuál o quién sería la siguiente cosa que proyectara en ella ese nuevo espectro de personalidad que ya reconocía como propio. Se le erizaba el vello de la nuca sólo de pensarlo y recordaba así a Licaón y sus hijos, a Psique y Eros y todas las bicicletas a las que se anexionaba de cuando en cuando mientras contemplaba esa hebra que aún la unía a la luna.

24/4/11

JP:


     Se despertó de golpe, de golpe y porrazo, comprobando que todo estuviera en orden alrededor de su cabeza: delfines en las ventanas, azules y rojos en el techo, un brazo en su cintura y el fin cerca del principio. Correcto.
     Si le hubieras preguntado ocho horas antes si se lo esperaba probablemente te diría que no, pero ahora y con esta luz era imposible negar la realidad medio segundo.
     Apartó el brazo más suave conocido y, embutida en una camisa a rayas, se recogió el pelo. Fuera de la cama pudo apreciar todas las venas que no había descubierto la noche anterior, parecía que se habían escondido y ahora, en un momento de despiste, se revelaban tímidamente sobre la piel de aquella extremidad más o menos conocida. Sonrió y desapareció en dirección a la ducha.

     Ahora se despertaba él y abría los ojos sin mirar, era una habitación colorida y luminosa, una habitación de chica como otras habitaciones de chica anteriormente visitadas. Había libros de física apilados en el escritorio, incienso en la pequeña mesilla de noche, ropa amontonada en el suelo y un móvil con motivos acuáticos colgando del techo. Sonrió  “qué tía más infantil”.
       Se levantó para coger el mechero y encendió un cigarro mientras se rascaba el brazo que se le había dormido. Luego recordó la noche anterior, salió para ver a Elisa, casi estaba en el bote hasta que desapareció de su campo de visión y vino ella, una chica normal con su cara plana, su ropa normal y la voz monótona, se pusieron a hablar y, como era visto, acabaron así. “No estuvo mal, fue divertido”.
       Cuando el cigarro dejó de existir entre sus labios para explorar las profundidades de la lata de Budweiser se puso los vaqueros, los zapatos y todo lo que venía después de eso, la vio salir de la ducha con la conocida y reconocida expresión de felicidad rota, se despidió con dos besos y, en el ascensor, buscó el número de Elisa en el móvil, anoche dijo que tenía tiempo para un café matutino, así podrían brindar por las ilusas reales y los enamorados imaginarios mientras fingían que todo es lo que parece.

27/2/11

Coming.

Ring. ring ring. Ring riiiiiiiing.

Quién eres, porqués y demases mientras preguntas cosas que no vienen a cuento de nada, voy a colgar. “La nuca, tócate la nuca. Vale, ahora vas hacer lo que yo diga que hagas. ¿Nos entendemos? Claro que sí, buena chica.”  De repente lo sabe todo de mi, todo lo que puedes leer en papeles, libros y tarjetas, pero necesita algo más “Qué música escuchas? ¿cuándo? ¿porqué? ¿En serio? ¿David Bowie?” Sonido, es un “clac”. Aspira y expira. Ahora resulta que Mallboro es la marca que más le gusta, que si se ha apagado uno de esos cancerígenos cilindros en el brazo. Etcéteras. Pasamos a las películas “Así que artes marciales ¿conoces a Choi Hong Hi? Era el militar que dio paso a la disciplina del taekwondo...”
Han pasado horas, me columpio en las cuerdas vocales de una voz que no asocio a ninguna cara. Alguien a quien jamás he visto ya sabe todo lo que se puede saber de mi y yo no tengo ni idea de con quién estoy hablando. “Está bien, ahora que somos amigos vamos a cambiar los papeles durante tres preguntas. Evidentemente no me vas a preguntar quién soy puesto que las llamadas anónimas están hechas para que el llamante permanezca en el anonimato. Adelante, tienes tres preguntas, procura ser un poco original, los clichés me cansan”. Después de tanto tiempo respondiendo, preguntar parecía lo más difícil del mundo.
Tres preguntas, sabes qué quieres que te respondan, pero no qué te van a responder. “¿Dónde estás? ¿Porqué me llamas? ¿Cuál es el olor que más te recuerda a tu infancia?”. Risas, mofa, vergüenza, desilusión y luz. “Sabía que no me ibas a decepcionar del todo. No ser un cliché te sienta bien, Ile. Tres preguntas, tres respuestas, como bien acordamos. Allá va: Estoy aquí, el olor que me teletransporta directo a mi infancia es el de la tierra mojada en invierno, cuando el frío corta la respiración y te duele la nariz por la simple idea de salir de tu casa. Y, mi favorita, si te llamo, Ile, es porque me gusta conocer a la gente antes de matarla. Y, he de decir, que ha sido un verdadero placer conocerte. En estas últimas horas he llegado a quererte como todas las cosas que hayas sido, seas y pudieras llegar a ser. Eres una persona hermosa y fantástica que  prontodejará un hermoso y fantástico cadáver, Ile. Nos veremos al otro lado del Aqueronte”.
Hierro y hormigón y la lluvia cayendo, Dios ha muerto. Ya no hay miedo al dolor en la nuca. El dolor no existe, se ha dormido como las fosas nasales que se acostumbran al frío de diciembre. Yo ya no existo como nada, ni siquiera como lo que podría llegar a ser dentro de la cabeza de ese alguien a quien nunca conoceré.  

1/2/11

Labbra


Durante aproximadamente una semana, el brillo de la supernova sobrepasa el de todas las demás estrellas de su galaxia. Luego se desvanece rápidamente. Todo lo que queda es un objeto minúsculo y denso (una estrella de neutrones o agujero negro), rodeado por una creciente nube de                           gas muy caliente.
 

     En las noches de insomnio me acerco a ello y odio recordar que debería salir por pies, yo quiero quedarme aquí para siempre. Pero eso no le importa a nadie, ni siquiera te creas que a mi me preocupa tanto después de todo. Así que arranco la caja de cartón de dondequiera que la guarde y leo: Paracetamol blablablá PHARMA 1g. De puta madre, allá vamos. Y así estoy: botella de agua en mano, fármaco en el pecho y yo, una muñeca de nada, me acuno para dormir.

 Un minuto, dos, diez, treinta, dos horas… nada. Hoy tampoco.

     Olor a trementina y cereza, libros amontonados que no me voy a leer, discos apilados que no voy a escuchar, ropa sucia que no voy a lavar, velas consumidas que no tiraré y muchas otras cosas por las que debería preocuparme pero que no me preocupa ¡ah!  y el paracetamol no ayuda.

Una mosca, el cielo aplastado en un rincón, un agradable sabor a podrido gestándose en mi boca: café con… ¿fruta? Supongo. Luego querré un chicle.

     Hay millones de puntos sanos en el cielo, pero alguien ha decidido escribir algo sobre una estrella moribunda. Me gustaría conocer a esa persona, ¿porqué alguien escribiría algo enternecedor teniendo como eje central una estrella muerta? ¿por amor? ¿por amor al arte? ¿por arte? ¿por estupidez? ¿Porque quería decir algo? ¿o porque sí? A lo mejor es por lo mismo que yo no puedo dormir pensando que me duele la cabeza, me he chutado a base de paracetamol, apesto a sustancias químicas que no sé de qué están hechas, me he clavado una chincheta en el pie derecho y he creído fervientemente que había encontrado otro lunar en mi brazo durante cero coma siete minutos cuadrados.  

Nebulosas hechas de escamas y colas de sirenas que alguna vez se enamoraron de asesinos imaginarios. Buenas noches, mundo.